Un caraqueño nacido un 24 de Julio de 1783, libertador de cinco repúblicas, quien nos liberara del yugo español, eterno amante de Manuelita Sáenz, no tuvo hijos, según historiadores, debido al continuo uso del caballo, ejercicio, que le interceptó y taponan los conductos que conducirán los elementos reproductivos, archienemigo de Francisco De Paula Santander, escritor autor de Delirios del Chimborazo;
Villa de Leiva, Mompox depto. de Bolívar entre otras tantas poblaciones fueron su albergue y quien finalmente muriera un día como hoy 17 de Diciembre de 1.830, en la quinta de san Pedro Alejandrino en la ciudad de Santa Marta en Colombia y antes de exhalar su último respiro, dijo en lo que se llamó la última Proclama de Bolívar…¡Si mi muerte contribuye, para que cesen los partidos y se consolide la unión yo bajaré tranquilo al sepulcro”
Su valeroso trabajo ha sido tomado para tratar de justificar causas muy ajenas a la filosofía del libertador, quien era un eterno practicante de los postulados por cierto conservadores, muy ajenos para lo que se ha querido implantar como escudos para utilizar en revueltas, por parte de grupos que sus supuestas filosofías son muy ajenas a las construidas y utilizadas por Simón Bolívar el libertador, a quien según la historia nunca se dice que estuvo inmerso en la comisión de delitos y mucho menos con el narcotráfico, peste de la humanidad.
Su espada fue robada del lugar donde se guardaba y se veneraba por un grupo, que años después incendió el palacio de Justicia en Colombia, secuestró diplomáticos entre otras tantas aberraciones en el infinito insaciable hambre de poder.
Hoy en su cumpleaños de fallecimiento El Conuco, le reconoce su inmensa labor libertador. Gracias por darnos la libertad.
