Coronel imputado por cinco homicidios sigue activo en la Policía

La Fiscalía acusa a tres uniformados de la policía por el asesinato de cinco ciudadanos en el estallido social de Cali en 2021.

La Policía viene está en una cruzada para sacar de la institución a los imputados por violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, ese criterio no aplicó al coronel Édgar Vega Gómez, como comandante de Seguridad Ciudadana de Cali durante el estallido social de 2021.

Han pasado más de dos años desde que el estallido social partió en dos la historia de Cali. De esos días quedaron las imágenes de un civil disparando indiscriminadamente contra la multitud que protestaba. Andrés Escobar salió elegido concejal de la ciudad en las pasadas elecciones y se convirtió en prominente líder del Centro Democrático en el Valle. Los choques entre manifestantes y policías también dejaron 10 civiles muertos y una fractura social de la que los caleños aún no se reponen. En este contexto, la Fiscalía ha documentado la responsabilidad de un coronel, un teniente y un patrullero, acusados en cinco asesinatos y cuatro tentativas de homicidio. El caso ya pasó por audiencia de imputación y espera el inicio del juicio. A estas alturas procesales los tres uniformados deberían estar enfrentando a la justicia desde el retiro, sin embargo, el único que salió de la Policía es el patrullero.

CAMBIO revela el escrito de acusación contra los uniformados que tendrán que responder ante la justicia por cadena de mando. El fiscal Andrés Camilo Rincón, en un ejercicio de análisis de contexto, estableció la responsabilidad en calidad de autores del patrullero Wilson Orlando Esparragoza; el teniente Néstor Mancilla Gonzalíaz, comandante del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES); y del coronel Edgar Vega Gómez, entonces comandante de Seguridad Ciudadana de la Policía Metropolitana de Cali.

Al patrullero Esparragoza, de 31 años y oriundo de Barranquilla, la Fiscalía lo encontró como responsable en el homicidio del joven Miguel Ángel Pinto Moná, un vendedor de zapatilla que el 29 de abril protestaba en Puerto Resistencia junto a un grupo de amigos. El ente acusador afirma que sobre las cuatro de la tarde se inició la confrontación entre manifestantes y los policías apostados en el CAI de Villa del Sur. 

“Cuando los manifestantes, entre los que se encontraba Miguel Ángel, se acercan al CAI, resultan repelidos por el uso del arma de fuego del patrullero y ahí es donde la víctima resulta lesionada. (…) La agresión ejercida y de que fue víctima el ciudadano Pinto Moná ocurre cuando este se encontraba inerme y a una distancia en la que el agresor se podía aprovechar fácilmente de esa condición de indefensión”, reconstruyó el fiscal del caso. Por cuenta de esto, el policía fue retirado discrecionalmente de la institución.

Lo curioso de la situación es que no ocurrió lo mismo con el teniente Mancilla ni con el coronel Vega, quienes por cadena de mando fueron responsables de los asesinatos ocurridos esas dos noches. Los oficiales fueron señalados como autores dado que eran los responsables operativos los días 29 de abril y 3 de mayo de 2021, ocurridos en diferentes puntos de la ciudad pero por los mismos policías.

En el caso del teniente al mando del Goes, el ente acusador sostuvo que teniendo la responsabilidad de salvaguardar la vida e integridad de los manifestantes, y ostentado el mando efectivo del grupo operativo no hizo nada para evitar que los hombres a su mando no dispararan indiscriminadamente contra los protestantes. La primera situación se presentó el 29 de abril de 2021 en el barrio El Diamante, donde terminaron asesinados Einer Alexander Lasso y Edwin Villa Escobar, y quedaron heridos Rosa Icela Pacheco y Andrés Felipe Mora.

Esa noche, en el sector de Puerto Madera, un grupo de personas protestaba. Villa Escobar era comerciante del sector y se encontraba compartiendo con sus vecinos de comercio cuando se inició la confrontación entre la Policía y los manifestantes. Entre aturdidoras, gritos y piedras Villa recibió un disparo en la cabeza. El fiscal concluyó que el disparo provino del grupo operativo que Mancilla comandaba. Villa tenía 38 años, casi los mismos que el teniente Mancilla, había cursado hasta noveno de Bachillerato y se dedicaba la instalación de gases domiciliarios.   

“Al señor teniente Néstor Fabio Mancilla González, en su condición de comandante del grupo Goes de la Policía, presente en el lugar, encargado de restablecer el orden allí, se le señala de ser el autor del hecho violento que segó la vida del joven comerciante, pues a pesar de tener el deber jurídico de impedir el resultado violento que se agotó por los hombres bajo su mando, no cumplió con ese compromiso, estando en la posibilidad de hacerlo”, se lee en el escrito de acusación conocido por CAMBIO.

En ese mismo contexto, a Mancilla se le acusa como autor por el asesinato de Einer Alexander Lasso, quien murió también producto de un disparo en la misma confrontación y muy cerca de donde cayó herido Villa. Era pensionado de la Policía y pasaba por el Fruver a comprar algunos víveres cuando se desató la balacera. El tiro le entró por un ojo y murió instantáneamente.

Einer Alexander Lasso era pensionado de la Policía y pasaba por el Fruver a comprar algunos víveres cuando se desató la balacera. El tiro le entró por un ojo y murió instantáneamente.

En esos mismos hechos resultaron heridos con arma de fuego Andrés Felipe Mora Peña y Rosa Icela Pacheco. El teniente tendrá que responder por tentativa de homicidio en estos dos casos. Mora Peña, un estudiante de 26 años, recibió un disparo en el pecho cuando compartía con unos amigos. La señora Rosa Icela era vendedora de fritanga en el sector y recibió un tiro en el tórax. Ninguno de los heridos participaba de las protestas. 

El escrito de acusación registró un segundo evento de violación de los derechos humanos. Se trata de lo ocurrido el 3 de mayo de 2021 en el barrio Siloé, donde resultaron asesinados José Emilson Ambuila, Kevin Anthony Agudelo Jiménez, y Harold Antonio Rodríguez Mellizo, y resultaron heridos Karol Espehany Mapallo y Michael Leonardo Arce.

El caso resulta dramático ya que los asesinados en la noche del 3 de mayo concurrían a la velatón por los homicidios ocurridos el día anterior. Eran las 9:30 de la noche, Kevin se encontraba con su novia cuando empezó el enfrentamiento. Corrió hacia la glorieta y se separó de su acompañante para plantarse en la primera línea de confrontación con la Policía cuando recibió el disparó. Tenía 22 años, era tecnólogo en Electricidad Industrial del Sena y empleado de la MTY Ingeniería.

En esa misma glorieta de Siloé, el mismo 3 de mayo, día de la santa Cruz, fue igualmente asesinado por los operativos del Goes Harold Antonio Rodríguez. Tenía 20 años e iba a comer algo junto a un amigo. Buscaban esquivar la protesta cuando sonaron las detonaciones. Intentaron correr cuando el láser de uno de los policías se posó en el cuerpo de uno de los jóvenes. Su amigo lo alertó y Harold quedó pasmado. Unos segundos después recibió dos disparos de alta velocidad en la cara.

Pocos minutos después de la muerte de Harold el turno fue para José Emilson, quien a las 9:30 salió de su casa para buscar comida en la panadería La Sorpresa. En esas se encontraba cuando recibió un disparo. Tenía 33 años, se dedicaba a la construcción y el tiro le destrozó la garganta. De los tres casos, además de las dos personas que resultaron heridas con arma de fuego, se le acusa por responsabilidad de mando a Néstor Fabio Mancilla, quien no evitó la violencia desatada por los hombres bajo su mando e incumplió el deber constitucional de proteger la vida e integridad de la ciudadanía. Luego se negó a declarar aduciendo no encontrarse en condiciones mentales para rendir interrogatorio.

“El teniente Mancilla tenía el compromiso principal de ejercer un celoso control sobre sus hombres, pues esa es una de las vitales funciones de un comandante, se evidencia en su actuar una total indiferencia frente a los resultados iniciales de la jornada de paro, donde ya se habían presentado decesos de civiles jóvenes. No se tomaron las medidas necesarias para evitar nuevas muertes. No existió un compromiso de su parte para materializar la protección que debe ofrecer el cuerpo policial a la comunidad. Y tal fue su falta de control sobre sus hombres, que aún en esta instancia del proceso dicho grupo no reportó gasto de munición cuando en los eventos aquí reseñados existe constancia de la existencia de material balístico correspondiente a dicho grupo de choque”, refiere el fiscal del caso.

Por los mismos casos será procesado el coronel Vega, a quien la Fiscalía responsabilizó de no haber realizado acciones que evitaran la muerte de civiles. “Esa falta de acción, esa omisión, se reflejó en la falta de decisión del comandante operativo de la Policía Metropolitana de Cali, quien ya para el 28 de abril de 2021, primer día del paro nacional, tenía conocimiento de la ocurrencia de varias muertes ocurridas en Cali, en las que podrían estar involucrados miembros de la Policía Nacional. Lo que se esperaba, mínimamente, teniendo en cuenta sus obligaciones y compromisos, era que realizará un control efectivo sobre las acciones de sus unidades policiales y se llamará al orden a sus hombres, exigiendo como prioridad el respeto por la integridad y la vida de quienes se manifiestan y la regulación extrema en el uso de armas de fuego”, concluyó el investigador.

Al coronel Vega se le acusa de que en su condición de comandante ordenó el despliegue del Goes el 30 de abril en el barrio El Diamante, lo que se convirtió en un detonante para las confrontaciones que dejaron dos muertos y dos heridos. Con el agravante de que ordenó al Esmad gasear a los manifestantes en medio de la balacera, lo que constituyó una decisión que facilitó la acción indiscriminada de los policías e impidió la precisión de sus actuaciones, así como la documentación probatoria de lo que ocurrió esa noche. 

La Fiscalía consideró que, ante los hechos del 30 de abril, que dejaron dos muertos y dos heridos de bala, el coronel Vega omitió el deber de hacer un balance y tomar medidas para evitar nuevas muertes. La prueba es que tres días después, en Siloé, el mismo coronel ordenó al Goes a reprimir la velatón pacífica, ocasionando tres nuevas muertes y dos tentativas de homicidio.

Los casos avanzan en la justicia ordinaria de la mano del fiscal de derechos humanos, sin embargo, aún hay fuerzas que dilatan el proceso. Desde hace días las organizaciones de víctimas han solicitado el retiro del teniente y el coronel, aplicando el criterio que ha usado la inspección general de la Policía y el Ministerio de Defensa para el retiro de los uniformados, cuando estos se encuentren en fase de acusación. Una solicitud que parece solo aplicar para patrulleros, pues el coronel Vega y al teniente Mancilla siguen vistiendo uniforme y ostentando el mando.

Por: Alfredo Molano Jimeno

https://cambiocolombia.com/justicia/coronel-imputado-por-cinco-homicidios-sigue-activo-en-la-policia

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