Casanare, el bastión que perdió la derecha uribista en las elecciones regionales

Con la derrota de Marisela Duarte, esposa del senador Alirio Barrera, el Centro Democrático pierde la única Gobernación que mantenía desde su nacimiento en 2015

César Ortiz Zorro, el gobernador electo, durante su campaña, en Yopal (Departamento de Casanare), el 17 de octubre

Josué Alirio Barrera es uno de esos políticos particulares que adquiere notoriedad cada tanto en Colombia. Sus valores conservadores lo llevaron a militar en el Centro Democrático, partido de derecha por el que es senador, gusta de montar caballos ―hace un año llegó en uno al Congreso― y viste con botas ecuestres y sombrero de vaquero en todo momento, desde una competencia de coleo hasta una visita a la Universidad de Harvard. Otro rasgo característico es la visión dinástica que tiene del poder. Entre 2016 y 2019 ocupó la Gobernación de Casanare y ungió a Salomón Sanabria, esposo de su hermana, para que lo reemplazara en el cargo. Llegado el momento de buscarle sustituto, pensó en Marisela Duarte, su esposa. Pero lo que parecía un trámite sencillo, terminó siendo uno de los traspiés notorios de una derecha en unas elecciones regionales que le fueron bastante favorables.

La derrota fue amplia. Duarte, avalada por el Centro Democrático, obtuvo 85.578 votos (38,01%), muy lejos de los 127.126 del ganador, César Ortiz Zorro, quien aspiró a la Gobernación por la Coalición Casanare, compuesta por la Alianza Verde, la Alianza Social Independiente (ASI), Cambio Radical, En Marcha y Nuevo Liberalismo, que van de la centroizquierda a la centroderecha. La vencida aspirante hizo campaña con formas similares a las de su esposo: lucía sombrero y botas, e insistía en el fortalecimiento de la seguridad, recordando cómo mejoró su departamento en ese aspecto a principio de siglo durante los dos mandatos de Álvaro Uribe.

También intentó ligar a Ortiz con el presidente Gustavo Petro, justo cuando los candidatos del gobiernista Pacto Histórico enfrentaban un lastre. La baja favorabilidad del mandatario —situada en 32%, según Invamer— y los escándalos de corrupción que salpican su administración, incluyendo la detención domiciliaria de su hijo Nicolás, aparecían constantemente como señalamientos de la oposición en redes sociales y debates. Más en Casanare, un departamento en el que no ha ganado la izquierda. En las elecciones presidenciales del año pasado, Petro perdió en primera y segunda vuelta, nunca superando el 30% de la votación.

A César Ortiz, exconcejal de la capital departamental, Yopal, y excongresista de la Alianza Verde, sin embargo, era difícil vincularlo con el jefe de Estado por una sencilla razón: el Pacto Histórico tenía en Joel Olmos a su propio candidato. Así lo recordó el mismo Ortiz en entrevista con la revista Semana, describiéndose a sí mismo como un candidato “independiente, que tiene el coaval de partidos de derecha y también de partidos alternativos”. Su discurso, más que defender las políticas del Gobierno Nacional, se concentró en cuestionar el continuismo y los dos mandatos uribistas en Casanare.

A lo largo de su periodo como representante a la Cámara, que coincidió con la presidencia de Iván Duque, Ortiz fue crítico, pero se mantuvo en una oposición moderada —igual que casi todos sus copartidarios— distanciándose de la más radical del hoy presidente. Entre otras, es un fuerte detractor del fracking, aunque reitera que no lo es de la explotación de hidrocarburos, una actividad fundamental en el desarrollo económico del Casanare en los últimos 30 años.

Las banderas de cambio ondeadas por Ortiz funcionaron, como en otras regiones del país. En cambio, el resultado para la izquierda era previsible y Olmos recogió solo 1.260 votos (0,55%). El ahora gobernador electo —habituado también a usar sombrero— se alió con el exgobernador Marco Tulio Ruiz, candidato a la Alcaldía de Yopal y quien venía de perder la Gobernación frente al uribista Sanabria, en 2019, por apenas 2.264 votos, un 1,07%. La unión dio frutos y Ruiz se sacó la espina.

Faltando dos días para que se abrieran las urnas, Pedro Álvarez, yerno del senador Barrera, fue detenido por la Policía Nacional en el municipio de Maní. Un comunicado de la institución señala que Álvarez llevaba consigo 35 millones de pesos (cerca de 8.750 dólares) y que “presuntamente estaría ofreciendo dinero a cambio de votos”. Barrera de inmediato reaccionó y atribuyó la captura a una intención de desprestigiar la aspiración de su esposa. No está claro si estos hechos influyeron en el desenlace adverso que sufrió la candidatura de Duarte. En todo caso, en Casanare, por el próximo cuatrienio, no reinará el uribismo.

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