En el cantón militar suroriente, el comandante de la Vigésima Segunda Brigada de Selva, coronel Héctor William Murillo Sánchez, presidió la ceremonia militar por el ascenso de 17 suboficiales que años atrás decidieron dedicar sus vidas a garantizar la seguridad del territorio colombiano y cada uno de sus habitantes, lo que hoy les permite alcanzar uno de sus sueños.
Como reconocimiento a la dedicación y el esfuerzo que han tenido al servicio de la institución más querida por los colombianos, el personal de suboficiales recibió, junto a sus familias, las presillas que los identifican como suboficiales en el grado inmediatamente superior, hombres y mujeres destacados, que más allá de portar un uniforme llevan en el corazón un juramento de proteger esta tierra hasta con su propia vida.
El comandante de la Brigada N.°22 de Selva en su intervención resaltó que, «con este ascenso se materializa el esfuerzo, sacrificio y su vocación de servicio a lo largo de estos años de vida militar, ustedes y todos los presentes, sabemos que la tarea realizada ha sido ardua, y que aún les queda por delante continuar con la formación y guía de los soldados más jóvenes con toda su invalorable experiencia; tengan presente que cada grado exige mayor compromiso y más responsabilidad».
La labor encomendada a estos hombres no es fácil, por la situación que se vive en el país, sin embargo, tienen claro que deben ser esa figura de confianza y seguridad que la población requiere, especialmente en el departamento del Guaviare y sur del Meta, por la necesidad de ver una mano amiga en cada uno de los soldados de la patria.
El Ejército Nacional en el suroriente del país, se encuentra comprometido con toda la población, por lo que se esfuerza en tener a sus mejores hombres y mujeres junto a sus familias y así poder dar todo por mantener este territorio tranquilo y libre del flagelo del narcotráfico.
Prensa Vigésima Segunda Brigada de Selva
