La parte más compleja el articulado se discutirá en medio de un tenso clima para el Ejecutivo.
Esta semana se cumple un mes exacto desde la última vez que se dio la última sesión sobre la reforma de la salud. Se suspendió el debate para darle paso al presupuesto del próximo año y a un receso de una semana para dedicarse a la campaña electoral. Se espera que este martes se reanude, aunque lo hará en un panorama político convulso.
El viernes antes de elecciones se conoció el cronograma de Cámara y allí aparecía que la reforma de la salud iba a retomarse el martes pasado. Luego, se aplazó para que se llevara a cabo el miércoles. La sesión estaba comenzando cuando el representante Alfredo Mondragón, del Pacto Histórico y coordinador ponente, pidió aplazar la sesión.
La razón de la solicitud era la ausencia de varios por cuenta de los escrutinios en varias zonas del país: “Varios colegas de diferentes regiones han manifestado su apoyo a la agenda legislativa y la reforma. Sin embargo, hay atención sobre los escrutinios de las elecciones territoriales. Muchos de ellos y ellas están enfocados en sus candidatos y candidatas, tratando de garantizar que los ejercicios electorales y la decisión de la ciudadanía en las urnas se respete y se haga valer. Varios de ellos me han solicitado aplazar el debate de la reforma de la salud para poder atender sus dinámicas políticas en los territorios” .
La sesión quedó para este martes. Con lo que no contaban en Gobierno y sus afines es que la discusión de la parte más compleja del texto coincide con un panorama político poco favorable para el Ejecutivo. El 51 por ciento restante del proyecto viene de la mano del momento más álgido de la ‘paz total’ y de la muestra de debilidad por parte del Gobierno con los resultados del pasado domingo.
Frente a este último tema, aunque el Gobierno insiste en que fueron los ganadores del pasado domingo, y lo hace con un mapa en el que habla de 15 gobernaciones para sus partidarios, la oposición también habla de una victoria de ellos y eso los impulsa para frenar la iniciativa.
Como varios han señalado a este diario, como la representante Katherine Miranda, el resultado de las urnas puede leerse como un mensaje en contra de la forma es que se están llevando a cabo las reformas sociales. “El resultado del domingo debería llamar a una reflexión al interior del Congreso. Es un llamado a replantear cuál va a ser la posición frente a las reformas: seremos notarios, como se ha venido haciendo, o si va a tomar una decisión más reflexiva y responsable”, dijo Miranda en dialogo con EL TIEMPO.
En cuanto a la ‘paz total’, esta pasa por su momentos más crítico. No solo está el secuestro por parte del Eln de Luis Manuel Díaz, padre del delantero del Liverpool Luis Díaz, sino que ayer las disidencias reportaron que suspendían los diálogos de paz. Dos situaciones que ponen en duda la política de paz del gobierno Petro.
Estas dos situaciones pueden quitarle impulso al gobierno y crear dudas a los representantes frente a posibles apoyos de la reforma. Precisamente el representante Andrés Forero, del Centro Democrático y contrario al proyecto, expresó sus reparos a que se busque reanudar la discusión con el ambiente político actual.
“Mientras naufraga la ‘paz total’ y a una semana de la estruendosa derrota sufrida en las urnas, Gustavo Petro insiste en ‘pupitrear’ su improvisada reforma a la salud”, dijo Forero cuestionando que sea la reforma de la salud el proyecto que esté de primeras en el orden del día de la plenaria de este martes.
Por el momento no se conoce si el panorama político va a afectar el trámite la reforma. Lo único claro es que se viene el debate del 51 por ciento más complejo del articulado y el Gobierno necesita la cohesión de los apoyos para sacar adelante el proyecto. Un ambiente político enrarecido puede jugarle en contra al Ejecutivo, que ya dio señas de debilidad con los resultados electorales del pasado domingo.
