Por Omar Suarez P.
A lo largo de la vida nos encontramos con muchas personas que son parte de nuestra familia, nuestros profesores, amigos conocidos y son parte de nuestros equipos de trabajo, de juegos etc, de todos ellos vamos aprendiendo algo bueno o malo, somos como esponjas que recogemos formas de actuar, de pensar o de hacer las acciones que a diario vamos dejando plasmadas en este mundo, que bonito sería que solo aprendiéramos lo bueno y que tomáramos lo que nos sirve en la vida sin hacer daño a los demás, las personalidades son tanta en el mundo como lo hay de personas, nuestros pensamientos son tan diversos como la arena del mar, es por eso que hoy quiero dejar a un lado la crítica, la imprudencia, las formas de actuar que en vez de construir dividen, aquella costumbre de culpar a los demás por lo que no soy capaz de hacer, de gestionar o de solucionar a las comunidades, reconocer los errores que cometemos a diario, el mal ejemplo a nuestros hijos, criticar a quienes nos rodean y sobre todo no saber construir en sociedad.
Debemos unirnos y reconocer que somos personas con pensamientos diversos, puntos de vista diferentes que son materia de discusión pero sin agresión,
Reconocer que no todos cometemos errores a diario, una mentira, una mala palabra, etc.
Hoy aprendí algo que no repetiré más en la vida, buscar culpables de lo que pasa a mí alrededor para sacar ponerlo de ejemplo, estas acciones crean división y aleja a quienes nos quieren ayudar y de paso se llevan una mala imagen de nosotros.
Nuestros objetivos los debemos fundamentar el por qué de ellos, no en el por qué allá si y acá no, deben ser objetivos personales que también beneficie a nuestro entorno y si no lo beneficia por lo menos que no le haga mal a nadie.
Reconozcamos que cometemos errores y que en muchas ocasiones ofendemos a nuestros semejantes, a nuestras familias. Amigos o quizás hasta a comunidades que se ven afectadas por nuestras malas acciones.
Reconocer no es perder, reconocer es valor y te hace grande como ser humano, te da orgullo y amor en sí mismo pero sobre todo te da tranquilidad.
