Ellos son los miles de apellidos que corrieron por una misma causa, apoyar a los soldados heridos en el cumplimiento de la misión en la Carrera de los Héroes.
Hoy mujeres, hombres y niños de diferentes edades, se unieron a la gran familia militar de la Cuarta División del Ejército, para decirle a aquellos héroes de la patria, militares y policías, que dejaron huella recorriendo kilómetros en honor a su sacrificio; es más el sentimiento de gratitud a su labor por Colombia que los inspiran a participar en este tipo de eventos deportivos de carácter humanitario.
Los 10 k estuvieron acompañados por puntos de hidratación ubicados en el recorrido de las tres vueltas al cantón militar de Apiay, en Villavicencio, Meta, mientras que en Mitú, el desplazamiento fue en la ribera del río Vaupés, haciendo aún más inspiradora su participación, con la vista hacia hermosos paisajes que cobijan la Amazonía colombiana.
Dentro de los organizadores de la carrera y los participantes, estaban familias, Veteranos, Reserva, militares activos, Profesionales de la Reserva y una reconocida participante de la región conocida como Colombianita, quien asombró a los soldados más jóvenes por su voluntad inquebrantable.
Alrededor de la carrera varios soldados ubicados en distintos puntos animaban a los corredores, quienes agotados por el recorrido bajan la marcha sin perder el paso.
Al final, todos fueron ganadores al culminar con éxito la carrera de los héroes. El primer participante en llegar a la meta fue el soldado Andrés Felipe Ramos Rico, en segundo lugar el capitán Julián Guillermo Ramírez y en el tercero el sargento viceprimero Edgar Felipe Quintero.
Desde esta tierra abrigada por selva y llanura los soldados del Ejército seguirán siendo reconocidos por millones de colombianos que los saludan en las vías del país y ven en ellos la tranquilidad de conocer culturas y tradiciones del suroriente, gracias a la seguridad y a su abnegada vocación de servicio.
