En sus territorios, los indígenas en Antioquia deben salir e ingresar a determinadas horas, para evitar ser asesinados por ilegales de Los Caparros y el Clan del Golfo, quienes se disputan el control del territorio, dejando a las comunidades en medio del fuego cruzado.
Hoy debe seguir un toque de queda ilegal, que además de generar temor, sería uno de los motivos por los que estarían asesinando a los indígenas. En las regiones Bajo Cauca y Urabá se reportan los mayores índices de violencia contra los nativos.
El consejero de Derechos Humanos de la Organización Indígena de Antioquia (OIA), Alexis Espitia Martínez, confirmó que los indígenas viven en medio de la zozobra, en ocasiones, no se atreven a ejercer sus labores de liderazgo en sus territorios por temor a ser asesinados.
Insistió en que «exigimos a los actores armados al margen de la ley el respeto por la vida de los hombres y mujeres senúes del Bajo Cauca antioqueño, recordando que con los pueblos indígenas pueden contar siempre para la paz, nunca para la guerra».
Según la Organización Indígena de Antioquia (OIA), solicitó al Estado y a los diferentes organismos defensores de Derechos Humanos e internacionales, hacer un acompañamiento a las comunidades indígenas para evitar desplazamientos masivos o un confinamiento.
Homicidios
Entre tanto, por cuenta de una guerra armada entre Los Caparros y el Clan del Golfo, que se disputan el control de los territorios indígenas, seis nativos han sido asesinados en lo que va corrido de este año en Antioquia.
Espitia Martínez insistió que una de las mayores amenazas de sus resguardos es la alta presencia de grupos armados ilegales. La mayoría de los casos se reportan en las regiones del Bajo Cauca y Urabá, donde hay mayor presencia de estos ilegales.
En el último caso, Luis Enrique de la Cruz Suárez, hombre del pueblo Senú fue asesinado en la madrugada del pasado 6 de noviembre en la vía que conduce del municipio de Cáceres a la vereda El Tigre, de este municipio del Bajo Cauca.
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