Cada una de ellas tiene una historia de valor que contar, inspiradas en la pasión de portar el camuflado y servir a la patria como mujer militar.
El viejo adagio que las mujeres son capaces de hacer mil cosas a la vez, se cumple al pie de letra en el desarrollo de la misión, no sólo, nada les queda grande, sino que lo dan todo por el bienestar de su familia y la nación, se despiertan con el alba, a las cuatro de la mañana, y se van a descansar cuando raya la luna, bien entrada la noche; saben que su labor les demanda esfuerzo y sacrificio para cumplir su rol de mujer, madre y militar con sabiduría, eficiencia y destreza.
En honor a las mujeres militares, invitamos a tres de ellas a contar su historia desde diferentes perspectivas y roles, evidenciando su valioso aporte a la institución y sociedad.
En época de pandemia la cabo segundo Sandra Mosquera Rivas, suboficial del Centro de Preservación de la Integridad y Seguridad, CEPSE, del Ejército Nacional, en la Séptima Brigada, demostró de que está hecha, desde que inició la pandemia asumió con liderazgo el reto de socializar las directrices, protocolos y sensibilizar a los integrantes de la Unidad sobre la responsabilidad, de cumplirlos a cabalidad, para contener la pandemia.
Se siente orgullosa de ser parte de la familia militar, además de ser suboficial afrodescendiente de la Fuerza, significa ser referente para las generaciones y ejemplo a seguir, en un Ejército multicultural y pluriétnico, donde las mujeres podemos generar una transformación en la sociedad y seguir avanzando en la construcción de país.
Así mismo, una de estas mujeres es la cabo tercero Elizabeth Viatela Peña, actualmente se desempeña en el área de Telemática del Batallón de Servicios Antonia Santos de la Séptima Brigada, desde sus capacidades responde por la red del Ejército Nacional prestando asesoría, en los diferentes procesos tecnológicos de la Unidad y a su vez comandante de escuadra.
Esta opita de 23 años de edad, de los cuales ha transitado tres en el Ejército Nacional, pertenece al arma de Comunicaciones, contando en su hoja de vida con Curso Básico de Comunicaciones y especialización en Mando Control, entrenada para ser soporte en el área técnica de comunicaciones.
Otra mujer de armas tomar y con la convicción a flor de piel, es la subteniente Daniela Galeano Salamanca, bogotana de nacimiento, de 23 años de edad y con cinco años en la Fuerza. En la actualidad se desempeña como comandante de pelotón, una gran responsabilidad que requiere de idoneidad en el mando militar, para formar con criterio y disciplina a los soldados que prestan su servicio militar, para que sean hombres integrales al servicio de la sociedad, exigente como ninguna en el cumplimiento del deber, sigue con rigor los lineamientos de la Fuerza, enmarcados en principios y valores esenciales de ética y honor.
Desde niña soñó un ser soldado de patria, por ello se preparó y estudio en colegio militar, hoy más que nunca está segura que ‘si lo sueñas, lo logras’ y solo espera continuar preparándose y entrenándose con más ahínco, para alcanzar el sol.
Todas ellas tienen algo en común, la vocación, el entrenamiento y la disciplina, pero, ante todo, la sensibilidad de mujer, que inspira a muchas a seguir su ejemplo para lograr la realización personal desde el rol militar.
Son mujeres que dan su vida al servicio de la fuerza, trotan, forman, se entrenan, dan instrucción, patrullan, estudian y un sin fin de tareas, y les queda tiempo para estar en familia impartiendo amor, brillando como solo las mujeres saben hacerlo.
¡Feliz día a todas las mujeres que engrandecen a Colombia con su misión!
Prensa Séptima Brigada
