Así operaban los 7 extranjeros que abusaban menores en Medellín

Fueron capturados en los últimos dos años. Son 5 estadounidenses, un indio y un salvadoreño. Ofrecían dinero a sus víctimas.

En los últimos dos años siete extranjeros fueron capturados y condenados en Medellín por abusar sexualmente de niños y niñas. Cinco eran de Estados Unidos, uno de El Salvador, otro de India. Todos venían a Medellín de vacaciones con la billetera llena de dólares hasta tres veces al año.

Los perfiles de los pedófilos son variados: hay comerciantes, luchadores, influencers y hasta docentes de secundaria. Todos tienen ya procesos judiciales en su contra porque, aunque pensaron que las sumas de dinero que le daban a sus víctimas, la mayoría de ellas de lugares pobres, iba a ser suficiente para que la justicia no los alcanzara, finalmente les llegó.

A estas siete personas, además de tener en común el interés de venir a Medellín a buscar menores de edad, también los une la cantidad de viajes que hacen al año a Colombia, como si se tratara de un destino turístico ubicado a pocas horas de sus hogares, donde se mostraban como personas ejemplares.

El comandante operativo de la Policía Metropolitana, el coronel Eddy Javier Sánchez, explicó que “todos son extranjeros que por sus temporadas vacacionales o por temas de trabajo vienen a la ciudad que ocasionalmente vienen una, dos o más veces en el año”.

De acuerdo con los registros de Migración Colombia, en promedio, estas siete personas capturadas tenían unos tres ingresos anuales a la ciudad, en la mayoría de los casos, en plan de turismo sexual.

La manera como buscaban a sus víctimas sí era diferente: algunos usaban plataformas como Facebook para contratar a las menores que estuvieran interesadas en acceder a sus pretensiones, mientras que en otros casos aprovechaban los sitios de mayor concurrencia de menores y hasta el Metro para buscar a las mujeres que se dejaran deslumbrar por unos cuantos billetes de dinero extranjero, que transformados al efectivo colombiano, pueden oscilar entre los $150.000 y los $800.000.

“Son personas que tienen un poder económico alto, que no les importa gastar dinero para llamar la atención de sus víctimas, preferiblemente personas vulnerables”, aseguró el coronel Sánchez.

Proceso complejo

Para lograr estas capturas, el proceso de las autoridades no es sencillo, puesto que, excepto en un caso que se produjo la detención en flagrancia (ver recuadro), en los demás hechos se requirió una labor investigativa entre las autoridades colombianas y del país de origen de los procesados.

“Nos llegan las denuncias y verificamos a los señalados en las embajadas. Nos hemos encontrado casos en los que Estados Unidos, por ejemplo, ya los tiene en la lista negra, pero de ahí viene la complejidad para que las víctimas denuncien”, indicaron fuentes de la Dirección de Protección de la Policía Nacional.

Los problemas para que las víctimas denuncien es que muchas veces, de acuerdo con las autoridades, consideran que no están siendo atacadas, sino que simplemente están recibiendo una retribución económica.

“Con la ONG Libertas International trabajamos de la mano, nos ayudan. Ellos lo que hacen es que apoyan a las víctimas para que formen un proyecto de vida y en medio de este proceso nos hablan de lo sucedido”, agregó la fuente de la Dipro.

Por ejemplo, en el caso del docente de secundaria Michael Wayne Roberts, los investigadores tenían registro de cinco víctimas, pero tan solo tres decidieron, después de un largo proceso, instaurar la denuncia judicial.

Tras las capturas de estos extranjeros la justicia ha avanzado de a poco, dos de ellos fueron condenados en Estados Unidos por los delitos cometidos en Colombia, ya que esta clase de hechos, según la justicia norteamericana, son judicializables sin importar el lugar donde se cometan.

Y el proceso sigue, en manos de las autoridades reposan procesos judiciales en contra de extranjeros que, más que venir a disfrutar de los atractivos turísticos de la ciudad, vienen a cometer los crímenes que no pueden hacer en sus países de origen.

De acuerdo con la Dipro, en el primer semestre de este año se contabilizaban 5.455 denuncias por delitos sexuales en contra de menores de edad en todo el país, tanto por parte de extranjeros como de colombianos.

“Seguimos con la persecución criminal y tenemos varios procesos abiertos en contra de ciudadanos extranjeros por delitos de este tipo”, concluyó el coronel Sánchez.

El origen de los extranjeros capturados por abusar sexualmente de niñas en Medellín. Infografía: EL COLOMBIANO

Turista estadounidense había montado catálogo para ofrecer niñas

Herbert Fletcher, de 42 años, recibió una condena en una corte federal de Nueva York por cometer casos de abuso sexual contra menores de edad en Medellín, donde, en conjunto con su cómplice, Víctor Galarza, abusaba de menores de edad y las grababa sin su consentimiento para difundir los videos en plataformas de contenido sexual.

A Fletcher lo capturaron el 5 de abril de 2021 en Nueva York, pero su condena se conoció el 1 de junio de este año, luego de descubrirse esta red criminal mediante una investigación del New York Times, en ela que se reveló que más de 100 mujeres fueron explotadas sexualmente.

Antes de su captura, Fletcher ya había sido detenido en Medellín, pero la justicia colombiana decidí dejarlo en libertad. Tan grande era esta red que Fletcher y Galarza tenían hasta catálogo de menores para ofrecérselas a otros turistas internacionales.

Profesor venía a colombia y buscaba niñas desde los 12 años para abusarlas

Al profesor de secundaria en Estados Unidos, Michael Wayne Roberts, lo capturaron en Round Rock, una localidad ubicada a 40 minutos por carretera de Austin, Texas, el 15 de septiembre de 2022.

Roberts, de 41 años, era un asiduo visitante a Colombia, pues entró y salió del país 79 veces desde el 2008, aunque los delitos por los que se le dictó medida de aseguramiento se presentaron desde 2020.

Sus víctimas eran niñas mayores de 12 años, a las cuales contactaba a través de las redes sociales para ofrecerles dinero para que tuvieran sexo con él luego de pactar un encuentro en algún punto de la ciudad.

Su caso judicial quedó en evidencia luego de que en julio de 2021 lo atacaron en el barrio Laureles de Medellín, razón por la cual debió ser trasladado a Austin. En medio de las investigaciones de ese ataque, se descubrió este delito sexual.

Salvadoreño capturado con 2 adolescentes en su apartamento

Por cuenta del alto ruido que salía de un apartamento en Sabaneta, sur del Valle de Aburrá, las autoridades lograron la captura de un ciudadano salvadoreño el pasado 12 de junio, a quien personal de la Policía Metropolitana sorpendió con dos menores de edad.

Las víctimas de este hombre, cuya identidad no trascendió, aunque se sabe que tiene 38 años, les habría ofrecido de a $250.000 para que lo acompañaran y se desnudaran en su bañera.

Además de iniciarle el proceso de restablecimiento de derechos a estas menores de 15 y 16 años, las autoridades impusieron una sanción al propietario del apartamento, que el abusador alquiló por Airbnb, porque no contaba con los registros de turismo.

Esta ha sido la única captura en flagrancia de los extranjeros señalados de cometer esta clase de delitos en el Aburrá, según las autoridades.

Luchador buscado por 13 casos de abuso de niñas entre 4 y 13 años

Jaymes Christopher Schulte, de 38 años, conocido en el mundo de las artes marciales mixtas como Underdog, estaría implicado en casos de abuso y registro de actos sexuales con niñas entre los 4 y 13 años, quienes residirían en municipios de Antioquia y Bolívar.

De acuerdo con la investigación de la Dirección de Protección de la Policía Nacional (Dipro), en conjunto con la Organización Libertas International, este luchador se haría pasar en el mundo de los delitos sexuales como James Bond, con la idea de pasar de incógnito ante el accionar de las autoridades.

Si bien ya tenía antecedentes judiciales por delitos similares en países asiáticos, Schulte viajó 10 veces entre Estados Unidos y Colombia durante 2018 y 2022. Fue capturado en Miami el pasado 25 de noviembre.

El Indio que explotaba a niñas y adolescentes de Colombia y México

A Srikanth Goduru, de 38 años, lo capturaron el pasado 15 de septiembre, señalado de cometer actos de abuso sexual contra menores de edad en Medellín, en casos que se habrían registrado entre 2020 y 2022, luego de 15 movimientos migratorios, en su mayoría entre México y Colombia. Su proceso de investigación se originó luego de que cuatro mujeres, todas menores de edad, a través de la Dipro y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) de la Embajada de Estados Unidos, denunciaran los actos de los cuales eran víctimas.

Según las investigaciones, Goduru les ofrecía a otros extranjeros los servicios sexuales de las niñas. Su captura fue en Bogotá, cuando se alistaba para viajar hacia México, al parecer, para evadir a las autoridades colombianas.

Un influencer gringo que usaba el metro para explotar a menores de edad

Con varias cirugías en el rostro para evadir a las autoridades, la Policía capturó en el aeropuerto El Dorado, de Bogotá, el pasado 18 de agosto al norteamericano Krishan Agarwal, quien se presentaba en las redes sociales como Orion Depp. También en redes sociales, donde era viral, Agarwal se mostraba como un negociante de criptomonedas.

De acuerdo con una de las denuncias, este estadounidense solía hacer recorridos en todo el metro una vez a la semana para buscar a menores de edad, a las cuales les ofrecía altas sumas de dinero para que tuvieran sexo con él. A sus víctimas les llamaba la atención que tenía más de tres millones de seguidores en sus redes sociales.

Adicionalmente, este hombre, de 44 años, grababa a sus víctimas, en muchos casos, para luego comercializar el contenido a través de las redes sociales. Actualmente se encuentra recluido en Bellavista.

Obligaba a Las víctimas a tatuarse su nombre, amenazaba con no pagarles

A Haven Edwardantione Cates III, de 32 años, lo capturaron el 15 de junio en Chicago, Estados Unidos, señalado de cometer actos de abuso sexual en contra de tres menores de edad de Medellín, en hechos cometidos desde 2018, cuando comenzó a venir recurrentemente a la ciudad.

Un repugnante detalle de este caso es que este hombre hacía que las víctimas se tatuaran su nombre, a cambio de pagarles el dinero por los servicios prestados, que estarían entre 100 y 200 dólares ($400.000 y $800.000).Los informes de inteligencia daban cuenta que este hombre buscaba a adolescentes entre los 15 y los 17 años, a las cuales contactaría a través de las redes sociales. Una de las víctimas, quien se hizo el tatuaje en una de sus manos, fue quien lo dejó en evidencia ante las autoridades, que en un operativo conjunto en Colombia y Estados Unidos lograron capturarlo dentro de su vivienda.

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