Más de dos siglos han transcurrido de salvaguardar los principios democráticos y la protección de los colombianos, inspirados en el sueño de Bolívar, hoy somos una Fuerza a la vanguardia de los mejores Ejércitos del mundo, profesional y cohesionada, que se transforma cada día para servir con honor a los colombianos. _
Para el soldado Ángel Próspero Díaz Guevara, el cielo es el límite, lo que ha soñado lo ha alcanzado. Hoy se siente orgulloso de prestar su servicio militar en el glorioso Ejército Nacional de Colombia, asegurando: «Es una experiencia que todos los jóvenes colombianos deberíamos vivir, aquí nos forman como seres humanos íntegros para servir a la sociedad, bajo los principios de disciplina, entrenamiento y vocación militar, para defender nuestra Nación, afianzando los valores de casa y avanzando en nuestros propósitos de vida».
Este joven colombiano, oriundo de Cajicá, Cundinamarca, lleva 10 meses en Uribe, Meta, prestando su servicio militar, tiempo en el que ha forjado su carácter con mística militar, aprendiendo habilidades, entrenándose y capacitándose para continuar aportando a su país y alcanzando sus metas, una de ellas estudiar medicina en Corea del Sur, lugar que desde niño le apasiona por su cultura ancestral y al que el universo lo ha ido acercando.
Su mejor amigo Seehon chon Lee, a quien conoció por casualidad en su tierra natal y a quien el soldado Díaz le extendió la mano como extranjero en un momento difícil de su vida; le enseñó ‘Hangul’, lengua oficial de Corea, como gesto de gratitud por su hospitalidad y apoyo, idioma que lee, habla y escribe, y lo mejor lo está esperando en su país, lugar donde el soldado Díaz aspira a obtener una beca en la Universidad de Seúl en Buson, en un programa especial que ofrece el Gobierno de Corea a los colombianos que quieran prepararse en este país.
Entretanto, presta su servicio militar en Uribe Meta, entrenándose día a día con disciplina y responsabilidad, cumpliendo la misión institucional como centinela, patrullando y realizando trabajo diario de seguridad, así mismo aportando a la comunidad con su participación en actividades de acción Integral. Además, en su tiempo libre tiene la oportunidad de estudiar de manera virtual inglés, idioma universal que complementa su formación.
Un soldado orgulloso de su familia y en especial de su madre que ha sido una guerrera y a quien le debe lo hoy es. Es el menor de seis hermanos, desde niño todo lo que se ha propuesto en la vida lo ha alcanzado, recuerda que a la edad de nueve años tomó clases en la Casa de la Cultura de Cajicá y por su cuenta aprendió a tocar el violín, interpretando música clásica y sus melodías preferidas el ‘Himno de la Alegría-Novena Sinfonía de Beethoven’ y ‘La Primavera de las Cuatro Estaciones de Vivaldi’, amante de la lectura y de la naturaleza, razón por la cual, haber llegado al sur del Meta, lo inspira y motiva a ser un soldado de honor.
En su casa se dedica en el tiempo libre a cultivar productos orgánicos y a la apicultura, donde que ya cuenta con 35 paneles de abejas para producir miel, una experiencia, como muchas, que le ha contado a su lanza Cañón, con quien comparte más tiempo y que el Ejército les dio la posibilidad de poderse conocer, para vivir la maravillosa experiencia de ser soldado. Jóvenes colombianos que aportan a su país desde su rol militar y proyecto de vida contribuyendo a la seguridad de Colombia desde lo valores institucionales y personales.
Hoy bajo el amparo de la frase Más Jóvenes Que Nunca, ven en el aniversario de los 211 años del Ejército, una Institución que inspira a dejar huella, a mezclar la experiencia de antecesores y el talento de las nuevas generaciones.
Prensa Séptima Brigada
