
La Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, quedó en mitad de la confrontación entre el presidente y un sector de la prensa: los comunicados de esa organización en defensa de unos medios y periodistas, han sido también objeto de críticas del jefe de Estado quien alega que “goza de derechos a honra y buen nombre igual que los otros ciudadanos”. Jonathan Bock, director de la FLIP no niega que Petro tenga herramientas legales para su defensa pero advierte que no puede abusar de su poder.
“La FLIP no está planteando, en ningún momento, un enfrentamiento con el presidente, ni más faltaba”, explica Jonathan Bock.
El Gobierno cumple un año de actividades. En este tiempo, ¿los medios, han dispuesto de libertad informativa y de opinión o ha sido restringida por la Casa de Nariño?
En pocas palabras, sí: hay libertad informativa. Y sí, también: hay un ambiente más tenso que puede llevar a la autocensura. Ese clima está siendo propiciado por el presidente: no lo creo solo yo, sino decenas y decenas de periodistas y directores de medios que se lo han expresado a la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (de la CIDH).
¿El ambiente más tenso, como usted lo llama, corre solo por cuenta del presidente —que tiene, desde luego, responsabilidad en la forma como tramita sus diferencias con la prensa— o son corresponsables algunos medios y periodistas por la forma como desarrollan su función informativa frente a la actual administración?
Hay que admitir que el presidente Petro no tuvo ni tiene el pararrayos con que contaron otros mandatarios. Ese escrutinio minucioso que se ha hecho sobre su administración y sobre sí mismo, muy seguramente, ha sido entendido por el mandatario y su círculo como un ataque en su contra. No obstante, la manera como informan los medios no le da licencia al jefe de Estado para graduar de enemigos o adversarios a los periodistas, porque esas calificaciones impactan negativamente el principio constitucional de libertad de información y prensa, dado el enorme poder que tiene el jefe de Estado.
Las críticas de Petro se han dirigido, puntualmente, a dos o tres medios o periodistas muy caracterizados por sus tendencias ideológicas contrarias a las del Gobierno. Sin asumir la defensa del mandatario —lo que no me corresponde—, sí debo decirle que parece exagerado afirmar que hay “decenas y decenas” de periodistas afectados por la confrontación con el mandatario…
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