Los ancianos están desprotegidos y urge la acción oficial para que auxilien a quienes no tienen protección.
Ojalá que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar retornara a la misión que envía cuando fue fundado por la ley Cecilia y se ayudara a tanto viejito que se encuentra en serias dificultades, bien por el abandono de sus familiares o por cualquiera otra circunstancia.
Indicaron quienes se consideran como protectores de ancianos e Villavicencio, pero que no gusta de figuración alguna, que se debe respaldar a instituciones como la Fundación San Camilo, pero el gobierno debe acelerar la puesta en marcha del Ancianato Yari, que ha tenido una inversión bien elevada, pero los resultados no se han reflejado.
