Con las manos sucias de tierra y no de sangre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El verdadero campesino se hace lentamente con el transcurrir de los años, aprende las épocas de siembra, de limpia y de cosecha, habla con las matas y con sus animales, entiende que la luna, el sol, la lluvia son señales para su siembra. Sus manos son ásperas y llenas de callos y su tez  es curtida por el sol y sus uñas tienen la huella de la tierra que trabaja; por eso los campesinos de bien trabajan desde el amanecer para conseguir su diario vivir, para que sus hijos se eduquen y salgan adelante pero sin olvidar de donde son sus raíces.

El campesino produce frutos como contadores, ingenieros, maestros policías y mil profesiones más pero estos frutos siempre serán campesinos de corazón.

El campesino no busca la plata fácil con siembras ilícitas, el campesino cultiva comida y los alimentos  para llevar al pueblo. El campesino se esmera para que el ganado crezca con buenos pastos; que el café, el cacao, yuca, plátano y cientos de productos sean los mejores de la plaza. El verdadero campesino es recio pero no tiene sus manos untadas de sangre sino de tierra.

Cuando los gobiernos vieron que el campesino era feliz produciendo, inventó los impuestos, el campesino callado trabajaba más para su familia y mantener al gobierno, pero el gobierno viendo que el campesino seguía siendo feliz le subió a los impuestos y el campesino produjo más y siguió siendo feliz; comía  gallina,  yuca y  papa con la tranquilidad que era   del  fruto de su trabajo, se reunía con su familia a reír a recordar hazañas y a planear su trabajo. Mientras el gobierno disfrutaba a manos llenas y en reuniones sociales disfrutaban el producto de los impuestos pagos por el campesino humilde.

 Los campesinos y trabajadores somos quienes alimentamos a los dirigentes, políticos y su cuadrilla que los rodea;  de donde acá el gobierno sacó que los insumos agrícolas, los alimentos, los medicamentos deben pagar impuestos;  quienes deben  pagar impuestos son los políticos y la mala justicia que tenemos y llevar esos recursos al campo para que todo sea más económico en la ciudad. “El campesino no busca ser rico el campesino busca ser feliz.”

EL CONUCO ACACÍAS
Síntesis de un compendio de información, cultural y noticiosa. Alternativa en radio, solo para personas de buen gusto 'Como usted'. Una señal virtual emanada desde el corazón de la llanura colombiana.