Por Omar Suarez.
A diario escuchamos reclamos a los gobierno, a nuestros políticos, a nuestros líderes sociales a nuestras familias, pero por qué no hacer un cambio, hagamos un cambio de poner todo en sus justas proporciones sin apasionamientos de ideologías y mezquindad, los cambios reales se hacen a conciencia y con mesura lentamente a paso firme, empecemos por entender por qué actuamos de la manera que lo hacemos, por qué nuestro continuo actúar de esa manera, por qué tenemos pensamientos diferentes y por qué nos sentimos frustrados cuando las cosas nos salen diferente a lo que deseamos; en mi vida he aprendido que las discusiones deben ser prácticas, las discusiones con agravios crea distanciamiento y van a un vacío sin fondo, bienvenida la crítica constructiva y las ideas de progreso.
Cambiemos pero desde el corazón y con razonamientos, empecemos por reconocer que todos tenemos ideales diferentes, puntos de vista distintos y objetivos personales que muchas veces involucran a su entorno familiar, comunal y hasta regional, apoyemos lo bueno, no se confíe de personas tóxicas que sólo buscan la división y el caos, todos tenemos una misión en la vida servir con amor y lealtad a su prójimo.
Resaltemos lo que se hace bien que genere progreso y bienestar, sin esperar nada de nadie y así estará más feliz de vivir una vida sin odios y sin rencores que sólo a diario enferma su mente.
