Lidio García, presidente del Senado, emitió esta directriz a pesar del decreto que autoriza las sesiones virtuales.
Aunque el Gobierno Nacional emitió un decreto que autorizaba al Congreso de la República a sesionar de manera virtual, el presidente de la corporación, Lidio García, determinó citar a sesiones presenciales.
En medio de la polémica que existe sobre la legalidad de esa norma expedida por el Gobierno Nacional, García decidió hacer esta citación para el próximo lunes 13 de abril a las 3:00 de la tarde. Según el dirigente político, las personas que acudan a la sesión lo harán bajo su propia responsabilidad.
El Gobierno, en el marco de la emergencia sanitaria que hay en el país por el coronavirus, prohibió la organización de reuniones públicas de más de 50 personas, hecho que no podrá cumplirse por parte de los congresistas, tras la convocatoria presencial.
El presidente del Senado reconoce que “es una irresponsabilidad hacerlo porque es un riesgo tremendo, pero vamos a instalar este periodo de sesiones sin problemas. Estamos programados para el día lunes 13 de abril a las 3:00 de la tarde en recinto del Congreso”.
Y dijo: “Ahí estaremos en esa sesión y espero que vayan los congresistas que no tengan ningún tipo de salud, ni sean mayores de 70 años y el que quiera ir, lo hace bajo su propia responsabilidad”.
Sin embargo, el Gobierno ya envió para revisión de la Corte Constitucional el decreto que autoriza las sesiones virtuales del Congreso.
Además, la ministra del Interior, Alicia Arango, confirmó que atenderá la solicitud de varios parlamentarios y elevará una consulta al Consejo de Estado para que ese alto tribunal también se pronuncie sobre la aplicación de esta normatividad emitida en el marco de la emergencia.
El presidente del Senado, Lidio García, ya había dado luces de que tomaría esta decisión. En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, García había señalado que lo mejor era “alistar el tapabocas, los anticuerpos y el alcohol. Que Dios nos coja confesados”.
Los integrantes de la oposición habían ejercido una fuerte presión a la mesa directiva para que se convocaran formalmente las sesiones presenciales y el Congreso pudiera cumplir su labor de control político frente a las decisiones que se están tomando para atender la crisis por el Covid-19.
